martes, 10 de marzo de 2009

Hombres y Flores de Bach

¿ Porqué habrá tan pocos hombres en los cursos de Flores de Bach?


Es verdad, que nos vayamos a yoga, pilates, reiki o cualquier curso de crecimiento personal, pocos hombres aparecen... o si aparecen muchas veces son ellos los profesores...
Vale, se puede hablar de una sensibilidad distinta, de que lo uno o lo otro...
¿ No será sencillamente que cuando un hombre se plantea algo lo hace hasta el final mientras que nos cuesta más implicarnos y acabar lo que hacemos? " No lo hago hasta que lo tenga muy claro y cuando ya esté decidido me lanzo" frente a " no sé, puede ser que me guste o no, voy a probar"...
Las dos maneras de ver las cosas son válidas y respetables.

Es tan bonito poder aprender el uno del otro, la una de la otra, el uno de la otra, la una del otro... todos juntos y enrequeciéndonos.

La crítica hacia el genero distinto no sirve, lo que nos sirve es aprender, estar dispuesto a entender que cada uno de nosotros es distinto, que cada uno llega a esta vida con una enseñanza propia.
Aprender de nuestra parte masculina la seguridad, de nuestra parte feminina la sensibilidad sin rechazar nada. Creo que muchos hombres han dado ese paso: se han vuelto más sensibles, más abiertos ... nos toca a nosotras aprender de ellos, de su seguridad, de su visión del mundo tan clara, tan directa sin por ello renunciar a lo que somos.
De las diferencias se aprende.
tenemos la suerte de que cada vez más hombres se han abierto a nuestro mundo, busquemos nosotras la belleza del suyo, sin rencor, sin reproche, sólo con el afán de indagar.
El camino lo podemos recoger todos, juntos. Más allá de nuestras elecciones sexuales.
Conocer lo que nos ofrece este mundo, su variedad, su belleza abriéndonos poco a poco a medida que nos aseguremos que merece la pena.
Conocer la esencia de las cosas, la esencia de las personas.

Las flores de Bach- Gotas de Flores nos pueden ayudar cuando se nos hace cuesta arriba abrirnos a los demás ya sea porque vemos solamente defectos a nuestro alrededor: Haya- Beech, ya sea porque tenemos miedo: Mímulo-Mimulus, porque hemos perdido las ilusiones y nos falta motivación: Rosa Silvestre-Wild Rose o tenemos tendencia a aislarnos: Violeta de Agua- Water Violet.
¡ Buen viaje!

4 comentarios:

  1. Hooola Laure !

    Soy Emilio, no se si hará falta presentación, creo que no.
    Felicidades por tu Blog ! y respecto de lo escrito en el día de hoy... pues...cierto, somos pocos los que nos acercamos a las terapias en general que descubren la parte que no queremos que socialmente se vea. La parte no se si femenina pero si de sensibilidad, de emociones, en definitiva, todo eso que nos enseñaron que se debía guardar en un hombre para si mismo.
    La sociedad nos exige rigidez, las parejas, masculinidad, exacerbada en algunos casos (al menos como máscara) y entre ambas dos, aparece de vez en cuando una excepción, que confirma la regla.
    Aun así, creo que esto va cambiando, como va girando todo lo que debe estar en primer plano, y, como no, los hombres podemos y debemos cambiar y superar esas barreras emocionales que nos imponemos o imponen.
    Así que, a tomar flores y a romper cadenas !!

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  2. Hola Emilio,
    Me alegra mucho leerte.
    Muchas gracias por tu aportación, es cierta. ¡Nos toca trabajar todas y todos juntos para cambiar cosas! y tú que lo sabes muy bien, hace falta empezar con nuestros hijos y hijas desde bebés ya que la educación es fundamental: educar con respeto, respetando al nuevo ser en su totalidad, en su esencia y si sabemos respetar esta personita habrémos sembrado una semilla maravillosa.
    Educar y educarse a uno mismo a cualquier edad ya que no tenemos que dar a nuestros hijos el trabajo que no hemos hecho con nosotros mismos.
    ¡Un abrazo y hasta el próximo curso!
    laure

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  3. Hola:

    En mi opinión es porque hay muy pocos hombres a los que les interese relacionarse desde sus sentimientos. Desde la colaboración y no desde la competencia. Tambien es porque tienen pánico a su sensibilidad.

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  4. Esto es cierto. Estamos aquí para ayudarlos y tú José lo haces muy a menudo en tu consulta. Ayudar sin juzgar. Merece la pena.

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